El concepto del espacio y la amplitud cobra especial relevancia en el concepto residencial de El Toyo-Cabo de Gata Resort. Su concepción, diseño y desarrollo, que comienza hace apenas una década (en el año 2005) lo convierten en uno de los resorts más modernos y avanzados de la costa mediterránea y hacen de sus características un modelo a seguir.

Grandes zonas verdes y de esparcimiento, importancia de lo vegetal por encima de todo, integración de áreas de convivencia, deporte y naturaleza y primacía del espacio y de la tranquilidad son algunas de las líneas básicas del concepto, que se marcan de manera acentuada tanto en los espacios comunes y urbanizados como en las zonas privadas de cada una de las comunidades que integran el resort.

Los servicios son un elemento clave en el resort. Desde dentro del hogar, el servicio comienza con el sistema de recogida neumática y subterránea de basuras, un sistema moderno, funcional y limpio que llena de comodidad la vida del residente y posibilita un aspecto general pulcro y agradable del resort y de cada una de las comunidades.

Junto a ello, El Toyo-Cabo de Gata cuenta con un amplio catálogo de servicios, con tiendas de conveniencia y servicios, estación de servicio (gasolinera), bares y restaurantes, farmacia (en Retamar, a escasos 50 metros) e incluso un Hospital de Alta Resolución, uno de los más modernos de Andalucía, equipado con helipuerto; y un colegio bilingüe que da servicio a todo el resort.

En cuanto a sus zonas de esparcimiento, destacan la cuenca central que recorre El Toyo-Cabo de Gata de Norte a Sur, un gran cauce verde salpicado con numerosos parques infantiles, zonas de convivencia, jardines, puentes que atraviesan las vías de comunicación elevándose y mostrando magníficas vistas de El Toyo, del Cabo de Gata y del mar, así como quioscos de restauración.

El resort está surcado alrededor y en su interior por un amplio sistema de carril bici que propicia la práctica deportiva, ya sea a pie o sobre las ruedas de bicicletas, patines y otros soportes.

Junto al mar, un espectacular paseo marítimo construido en madera y rodeado de especies naturales autóctonas y semidesérticas, con miradores que se adentran en la playa y dan acceso a ella, también en madera, y en mitad de todo ello, un gran espacio de convivencia denominado Plaza del Mar, con un lago artificial de agua salada en el centro y decenas de establecimientos de restauración, desde bares hasta heladerías, pasando por restaurantes, locales de copas, pizzerías, taperías, cafeterías, etc.

Y en mitad de todo ello, las edificaciones del complejo, marcadas también por esa concepción del espacio, a varias alturas, siempre enmarcadas en zonas verdes con instalaciones deportivas y piscinas, alrededor del campo de golf, sin aglomeraciones ni excesiva altura y mezclando el concepto de comunidad residencial con el de villas de lujo.

En el resort están instaladas, también, diversas empresas de ocio complementario o turismo activo, pudiéndose contratar servicios relacionados con excursiones en 4×4 y a caballo, deportes de aventura como buceo, canoa, senderismo, bicicleta de montaña y un largo etcétera.